La cédula de habitabilidad es un documento que acredita que las viviendas tienen los requisitos legales mínimos para ser consideradas como habitables.
En algunas Comunidades Autónomas los Arrendadores (Propietarios) están obligados a presentar la cédula de habitabilidad vigente en el momento de la firma del contrato de alquiler.
Aunque su Comunidad Autónoma no exija su presentación en los contratos de alquiler, es conveniente acreditar que la tiene, pues además de demostrar que la vivienda cumple con los requisitos mínimos de habitabilidad, es posible que las compañías de suministro de agua, gas o electricidad la pidan a su Arrendatario (Inquilino) para que pueda contratar o efectuar un simple cambio de nombre de contador.
Imagínese las responsabilidades que podría tener Usted si después de firmar un contrato de alquiler de una propiedad sin cédula de habitabilidad no fuera posible obtenerla por no reunir los requisitos mínimos.